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Mi resumen de Junior Achievement


Como la mayoría sabe, este año por primera vez fui asesora voluntaria de Junior Achievement. Me tocaba dar clases a niños de segundo grado lo cual era todo un reto para mi.

Voy a tratar de contar cómo me fue para que tengan una idea y se animen a salir de la zona de confort y hacer algo productivo. 🙂

El primer día que fui de visita a conocer a la maestra y a presentarme a los niños salí entre asustada y emocionada. Asustada porque yo no soy especialmente «niñera» y emocionada porque escuchar a la maestra hablando con tantas ganas de su trabajo me dejó con un buen feeling.

He dividido el resumen en tres ítems:

El material: Junior Achievement te da un maletín con el material que se va a utilizar. Aunque te dan una guía sobre lo que se debe desarrollar en clase varias veces me apoyé en la persona que me reclutó que dicho sea de paso da el mismo grado y su experiencia me sirvió para saber qué debía hacer. Yo me ponía a estudiar el día anterior pero creo que en verdad hay que al menos comenzar a mirar el material algunos días antes por si hay algo que no está claro tengamos tiempo de averiguar.

La maestra: nos habían contado que a veces las maestras ven eso como un recreo y se van dejándote solo con los niños. Por suerte mi maestra se quedaba en el salón y cuando la cosa se ponía tóxica ella intervenía y ponía orden. Escribí sobre ella en este post.

Los niños: el primer día que fui a conocer a la maestra y presentarme ya pude ver cuáles eran los inquietos. Me resultó súper interesante ver cómo actuaban y aunque ya los tenía «fichados» hubo algunos que me sorprendieron. Por ejemplo, había una niña que no hablaba y al final también se ofrecía de voluntaria. El que yo tenía fichado de mal portado cuando lo condicionaba se portaba de lo más bien y ayudaba a que los demás se mantuvieran en orden. La verdad creo que lo más chévere fue ver cómo fueron cambiando las cosas a medida que avanzaban las clases.

En las primeras clases les di unas hojas que debían usar para algunas actividades. En las clases subsiguientes apenas les daba la hoja los niños se desconectaban y se ponían a pintarla. Podía estar yo saltando y brincando al frente del salón y ellos estaban era por pintar las dichosas hojas. Ahí aprendí que aunque la guía diga que hay que hacer X y Y yo le meteré mi twist de cuerdo a como vea el comportamiento de los niños. Eso porque yo no soy maestra y no tengo esa experiencia que hace falta para controlar niños de segundo grado.

Un punto interesante, los niños siempre quieren ayudar. Siempre quieren repartir algo, lo que sea, algo. En algunas clases voluntarié a algunas niñas que no participaban y para las siguientes clases esas también participaban. Si que si!

El último día ya estaba yo un poco cansada de la niña mal portada porque no había forma que se quedara SOLA en su silla. Después de darle la mirada mil veces y ya hablarle en un tono menos amable, los niños me contaron que es que ella y el otro niño que estaba en la silla estaban enamorados. Enamoqueeee??? Señores, esto es segundo grado! jajaja

La verdad es que me causó mucha gracia porque hasta los calladitos estaban haciendo bullita. Lo que vino después fue digno de novela: los dos niños se pusieron a llorar, luego ninguno quería hacer nada más y luego el niño fue a pelear con el que estuvo contando la historia de amor. Segundo grado! jajaja

No me alcanzó el tiempo para repartir bien las cositas que les había llevado para celebrar que finalizamos las clases pero creo que igual lo disfrutaron.

Gracias Johany por acompañarme a comprar los regalitos, a mi mamá por comprar el «brindis» y a Gabriela por atenderme y darme los tips para la clase aún estando ella en el cine. Que no que no, que aún no comenzaba la película. 😀

Este fue mi resumen corto de las clases. Qué tal? Preguntas? 🙂

Está todo perdido con la educación pública?


El lugar donde trabajo es una de las empresas voluntarias de Junior Achievement Panamá y este año me anoté como asesora voluntaria a ver qué tal.

Ayer fue mi primera visita para conocer a la maestra y presentarme a los niños. Tengo un grupo de segundo grado.

Mientras yo me presentaba la maestra escribía un ejercicio en el tablero así que mientras los niños lo hacían yo me puse a preguntarle cosas a ella.

Tomemos en cuenta que yo estudié en la escuela hace mucho tiempo y no tengo niños muy cercanos a mi así que estoy perdida en cuanto a las «tendencias actuales». Ni siquiera recordaba que en segundo grado ya uno sabe leer y escribir.

Gracias al esfuerzo de mis padres pude estudiar en escuela privada y lo que se de las escuelas públicas son las noticias donde salen los dirigentes quejándose de todas las administraciones y todos los ministros y gobiernos; las huelgas absurdas y la intransigencia. (Para muestra, un post del blog de Maria Emma)

Recordé que en el librito para los asesores y maestros te decían que preguntaras si hay niños de inclusión en en el salón. La maestra me dice que no hay de inclusión pero que tiene 6 niños que son lentos para escribir y que ella se queda con ellos después de clases haciendo dictados individuales y dedicando más tiempo a esos chicos para que se pongan a la par del resto del grupo. Dice que ella cree que eso es lo que tiene que hacer en el tiempo que hay entre la hora de salida de los niños y la hora que sale ella. Que ella sabe que no todos los maestros hacen eso pero que ella cree que los maestros ahora no tienen vocación. Dice que ella sabe que ahora los padres trabajan más y no tienen el tiempo o el interés de sentarse a estudiar con esos niños. Me cuenta orgullosa que ya hay algunos que estan casi a la par y que ya solo tiene 3 que necesitan más trabajo.

Para mi fue super refrescante escucharla. Viniendo de una maestra de escuela pública me dio esperanzas que no todo está perdido con la educación pública.

Me alegró mucho que a pesar de los dirigentes que parecen que no quieren dar clases y la falta de recursos, aún hay cosas que podemos rescatar y que no todo es malo.

Hasta ahora mis dos experiencias directas con la escuela pública han sido positivas. Aquí les dejo el link de cuando fui voluntaria de Volvamos a las Aulas. Fue, como dicen los gringos, un eye opener.

La próxima semana daré mi primera clase. Ya les contaré qué tal me nos va. 🙂

Volvamos a las aulas


Ayer participé en ‘Volvamos a las Aulas‘ del Ministerio de Educación. Me anoté con la gente de la ACP que siempre han sido bien organizaditos en las actividades en las que he participado.

Así pues, a las 6:30am estábamos en el Gimnasio de la ACP de Balboa para reunirnos con nuestro grupo. Tenían todo dividido por secciones: comida, agua, cajas de encuestas. Alguien del grupo iba a recoger la comida para toda la ruta, otro buscaba el agua (3 botellas por persona) y también estaban las cajas (1 para cada escuela). Todo como una gran cadena de montaje. Interesante.

Las cajas de las encuestas venían rotuladas con el nombre de la escuela, distrito, corregimiento y código de escuela. Dentro había marcadores, plumas, tijera, fichas, sobres, las libretas del encuestador, un CD para el Tribunal Electoral y un DVD para bajar las fotos que se tomaron. El CD/DVD venía rotulado con el nombre de la escuela, su código, etc. Debo decir que me sorprendió la organización del Meduca para esto.

Y bueno, partimos a eso de las 7:10am del Centro Ascanio Arosemena rumbo a Chorrera. Nuestra escuela no estaba ‘tan metida’ como imaginé y según los documentos del Ministerio tenía 24 alumnos. Resultó que sólo había 18 alumnos y por supuesto era una escuela multigrado.

Como a las 9am llegamos a nuestra escuela y nos recibió la directora. Nos llevó a conocer a los niños que estaban sentaditos viendo cómicas (es lo que los niños deben hacer un sábado por la mañana). La escuela tenía dos salones, sus baños higiénicos, cocina y un comedor bastante responsable.

El salón donde los niños miraban televisión estaba super bien: piso de baldosas, cielo raso, sillas bonitas, etc. y en la esquina algo que parecía una bóveda. La directora nos dijo que ese era el salón de Conéctate al Conocimiento, aunque no tenían Internet. 😦 En la ‘bóveda’ guardaban las computadoras y tenían suficientes toma corrientes para dejar cargando las portátiles. Como ella no es muy ducha en informática, su hijo va dos veces por semana a dar las clases de informática en unas Dell Mini 9 que ya quisiera yo tener. Me gustó mucho que tuviesen ese tipo de equipo y que estén tan entusiasmados por aprender informática. Cuando tengan Internet, no habrá forma que la maestra se pueda ir a su casa si ya dice que ahora son las 6pm y no se quieren ir. 😀

Luego de terminar en nuestra escuela buscamos a otros dos compañeros en la suya. Ese viaje fue bien ‘tierra adentro’ y terminamos en otra escuela multigrado, como la que nos tocó encuestar, donde el director es el maestro, el consejero, etc., etc., etc. Después de allí dimos apoyo en otra escuela donde aún no terminaban de encuestar.

Algo curioso es que cuando habíamos recogido a nuestros compañeros a eso de las 12md escuchamos por radio que un grupo acababa de llegar a su escuela porque les tocó viajar a caballo. No quiero ni imaginar a qué hora regresarían. Que no se diga que no era un trabajo pesado!

Ya de vuelta en Panamá, devolvimos las encuestas y nos llevamos el DVD para bajar las fotos en casa y devolverlo luego para completar el proceso.

Eso de escuelas multigrado es todo un reto. Hay que ser verdaderamente multitasking para poder dar clases en varios grados a la vez. Seguramente no se aprenda lo mismo que si fuese un grado por salón pero no se me ocurre otra manera mejor para comunidades pequeñas y apartadas que no signifique que los niños se trasladen distancias grandes para ir a la escuela.

Algo impresionante es que los niños caminan a la escuela en chancletas o zapatitos cualquiera y llevan los zapatos de la escuela en una bolsa plástica. Cuando llegan a la escuela se limpian los pies y se ponen sus medias para dar clases uniformados. No se hasta qué punto se les exige utilizar uniforme o hasta qué punto sea mejor que usen uniforme si no tienen ni para comprar ropa pero eso es harina de otro costal.

Fue una experiencia interesante. Me gustó ver a la directora/maestra de mi escuela hablar tan orgullosa de lo que hacía con sus niños y del apoyo de la comunidad que los viernes hacen jornadas de limpieza y las madres van a cocinar todos los días (sábados incluidos) para los niños; que como la maestra no sabe de informática haya buscado una alternativa para que sus niños no se queden sin ese conocimiento que les va a servir enormemente en el futuro.

Así que dediqué un día de mi fin de semana a ser parte de la solución y no del problema. 😀