Uno de mis grupos favoritos de toda la vida es The Cranberries. Recuerdo que en los 90’s le regalaron a mi hermana un CD de To The Faithful Departed que escuchamos un montón.

En el 2002 estuve un año estudiando en Madrid y The Cranberries tenía la gira WAKE UP AND SMELL THE COFFEE WORLD TOUR 2002 con una fecha en Madrid en el Palacio Vistalegre en marzo. ¡Qué emoción! Los podría ver finalmente. No logré convencer a nadie para que fuera conmigo y se agotaron las entradas. 😦

Como a Panamá no llegan muchos artistas no veía muchas posibilidades de poderlos ver en vivo. Me arrepentí mucho de no poder conseguir entrada a tiempo.

Pasaron los meses y anunciaron un álbum recopilatorio Stars: The Best Of 1992 – 2002. Fui a Madrid Rock a comprar el mío el día que salía a la venta para escucharlo en mi discman camino a la universidad. ¡Bien contenta!

El universo me dio una segunda oportunidad y volvieron a Madrid ese mismo año con la gira de Stars. La fecha: 28 de octubre en la Sala La Riviera. Esta vez compré mi entrada y le anuncié a mis compañeros de clase que iba a este concierto por si alguien se quería sumar pero yo estaba decidida a ir sola para no perderme la oportunidad nuevamente. Se sumó un amigo de un amigo a quien conocí el día del concierto y nos fuimos solos los dos. El concierto genial, la sala pequeña pero se podía ver/oír muy bien sin tener que estar metida en el centro de todo.

La moraleja de esta historia y la lección que aprendí es que uno tiene que tomar las oportunidades conforme vengan porque no siempre hay lugar para segundas vueltas. Aplica para todo en la vida.

Fin.