La tercera es la vencida: subí el Volcán Barú.


Este fin de semana subí por tercera vez el Volcán Barú. La primera vez fue en 2009, sólo llegamos al cráter y aquí hay una crónica sobre ese evento. Luego fui en noviembre 2022 y sólo me faltó subir a la cruz por el mal tiempo de esos días así que fui ahora en febrero 2023 a terminar la tarea.

¿Por qué quería subir hasta la curumbita y las otras dos veces no las contaba como misión cumplida? No lo sé pero me gustaría tener este mismo empeño para mil otras cosas más que dejo a medias o hago de mala gana.

La vez de noviembre nos tocó mal tiempo y estuvo lloviznando buen rato y con muchísima neblina. Acampamos en las antenas y aunque el plan era subir a la cruz al amanecer, otra vez (como en 2009) amaneció lloviendo y con mucha neblina por lo que los guías decidieron que mejor era bajar pues el tiempo no iba a mejorar.

Estaba algo decepcionada, no se por qué porque al final sí llegamos a la cima pero yo quería el paquete completo. Creo que aún ebria de adrenalina o alguna otra hormona, me anoté para el siguiente «tour» que sería este de principios de febrero para completar la tarea. Confieso que los últimos días estaba con cero ganas de ir pero terminé comprometida con alguien para compartir carpa y me daba cosa dejar a la persona guindada cargando sola su carpa porque eso ya me pasó y no es agradable.

En fin, salimos tipo 9pm del viernes de Panamá rumbo a Volcán recogiendo gente a lo largo de la interamericana. Esta vez mi preocupación era si estaría mejorcita que en noviembre y le achaqué al desmadre de las fiesas de fin de año mi nerviosismo y falta de preparación. No quería estar en el último grupo pero la verdad es que no hice gran cosa para evitar que esa fuera una posibilidad.

Comenzamos a subir tipo 8am del sábado por la ruta de Paso Ancho – Volcán y para hacerles el cuento corto, me tomó muchas horas llegar a las antenas pero llegué. Muy cansada y racionando agua para la bajada al día siguiente por Boquete. Estaba llena de gases y eso no me dejó dormir tan bien así que me desperté temprano para comenzar a molestar a ver cuándo subíamos a la cruz para ver mi famoso amanecer. Y subí a saludar al sol. 🙂

La bajada fue por Boquete me costó más que la vez anterior, sospecho que esta vez como no iba sola paraba cada vez que me topaba con alguien del grupo y estos paraban a descansar. La vez pasada me quedé atrás y no quería atrasar al grupo así que le metí turbo para no llegar tan detrás de la ambulancia. Esta vez me olvidé de lo que nos dijeron la vez pasada: «la bajada es toda mental» y la sufrí.

Esta vez me topé con bastante gente gnäbe que iba bajando. En una ocasión un grupo que estaba descansando en la orilla me ofrecieron Coca-Cola y me dieron galletas. La Coca-Cola más rica que me he tomado. Me contaron que suben todos los años, algunos me dijeron que eso está muy difícil y no vuelven. Yo creo que igual volverán. Después del selfie traté de seguirles el paso en la bajada y me dejaron tirada. Yo iba con zapatillas de trillo, trekking poles y una mega mochila; ellos con crocs y flip flops y casi que flotando por esos caminos. 🙂

De las cosas que más me gustan de estos trips es conocer al resto de los que van conmigo. En el bus uno no puede estar socializando mucho porque vas durmiendo y hablas es en la ruta. En esta vuelta había chicos Guna que me despejaron la duda de la K y la G, la chica que se ponía a pintar hermoso en un cuaderno en las pausas, la chica que hacía preguntas random para conocer a la gente, la inglesa Miss Congeniality que habló con todo mundo, las 3 amigas, la pareja… también iba una señora que subió para celebrar sus 64 años y en esa celebración arrastró a su pareja que es incluso mayor que ella. Unos duros que son pero llegaron a la meta y creo que lo disfrutaron. Así quiero ser cuando sea grande.

En fin, que parte de la aventura es llegar a la meta pero también lo es disfrutar del proceso. Esta vez también se llegó a la meta y se disfrutó.

Gracias Nikki Mountains, Diomedes y Rob por la guía y paciencia en ambas ocasiones. Gracias también a los compañeros de aventura por hacer el trayecto más ameno.

Dije que no vuelvo a subir a menos que sea en carro y hoy se me ocurrió otra posibilidad pero será más adelante; si acaso. 😉 En Panamá hay otros muchos cerros que conocer.

3 comentarios en “La tercera es la vencida: subí el Volcán Barú.

  1. Maricely

    Me encanta eso. Disfruta lo que decidas hacer sin presión solo disfrutando el proceso. Las situaciones cambian y ahí vale aquel viejo dicho “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”

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