Me fui pa’ Bogotá!


28 de noviembre al 2 de diciembre de 2012

Mientras la gente se volvía loca tratando de entrar a Multiplaza durante el black friday, yo me metí a la página de Copa para ver qué ofertas tenían. Así me compré el boleto a Bogotá y creo que es la única forma en la que viajaría con ellos porque los precios de los pasajes de avión son ridículamente caros para ir aquí cerquita (ni miren los precios a San José, CR).

En fin, se que fue una compra impulsiva pero creo que fue mucho más productiva que comprarme una TV que era lo que tenía pensado. Este CRT o TV de tubo puede durar otros 20 años más. 😉

Fue tan impulsiva la compra que pagué el pasaje y aún no había pedido las vacaciones a mi jefa que por cierto estaba de vacaciones también. Así de ruda soy. 🙂

El hospedaje lo arreglé con airbnb y primero, para horror de Myriam jaja, estuve mirando un sitio BBB que estaba en el centro. Creo que ella secretamente estaba remando que no hiciera esa reserva porque cuando le dije que ya estaba ocupado y que había encontrado otro por la 93 y la zona T me dijo que ese SI. Lección #1: cuando te guste un sitio para quedarte reserva de una vez. En esta ocasión el plan b fue muy bueno pero no hay que dejar pasar el tiempo.

Armando me dio recomendaciones de sitios, me dio algunas explicaciones y sobre todo me prestó un celular con número local el cual fue un éxito y me resolvió súper.

En vez de irme en vuelo directo PTY-BOG me fui vía Cali (PTY-CLO-BOG) porque, por qué no decirlo, era mucho más barato en el momento que hice la reserva. Una vez aterrizamos en Cali anunciaron que los pasajeros con conexión a Bogotá avisaran en la puerta principal del avión así que ahí íbamos una familia y yo. Me pareció genial que hicieran eso porque nos colaron en la fila de migración y aduanas y nos llevaron directo al embarque de la conexión. Creo que yo aún estaría tratando de llegar al siguiente gate para ir a Bogotá. Punto para Copa.

Allí esperando el vuelo a Bogotá se me acerca la señora de la familia a preguntarme si sabía dónde iba y que cómo iba y como contesté titubeando me dijo que a los taxis se les tiene que hablar con seguridad para que al menos piensen que por mi acento soy costeña y no me quieran trabar conguear. Creo que no quedó muy convencida porque volvió para decirme cuánto debería cobrarme un taxi del aeropuerto al apartamento. Luego volvió para decirme que a ellos los iba a buscar un taxi y que podían preguntarle por un compañero que me llevara también. Finalmente me dijeron que mejor me fuera en el taxi con ellos y que el taxista me cobraría mi carrera aparte.

En ese momento me acordé de las 1245247 recomendaciones que me dieron todos los colombianos que conozco pero supuse que una familia con buena pinta que venía de Panamá de estar en un hotel de playa (todos cargaban cintillos) no iba a ir hasta Panamá para ver a quien congueaban de camino a Bogotá y que así como ellos eran buena gente yo también trato de serlo con los que visitan Panamá. Así pues, comenzó mi primera buena experiencia en Colombia. 🙂

Creo que vienen frecuentemente así que les di el número de Alonso, el taxista que usamos nosotros, para que tuvieran quien los lleve y traiga cuando vengan acá y le dije a la señora que TIENE que ir a Saks, TIENE. Sra. Consuelo, vaya a Saks! 🙂

El esposo incluso me cambió $40 para que pudiera tener alguito de dinero. La señora me dio sus teléfonos y me dijo que la llamara por cualquier cosa, yo le di mi email y le dije que cuando vaya a Panamá me escriba. Así o más buena gente esta familia? ¡Escríbanme cuando vengan! 🙂

El taxi era uno de esos de hoteles y el señor muy amable me fue contando cosas durante el camino. Al llegar al apartamento se bajó conmigo a esperar que me abrieran y me dijo que pelara el ojo con la plata porque los ceros de los billetes enredan. Si que enredan, un cero de más o de menos hace diferencia.

La verdad me alegro de haber aceptado su oferta del taxi. 🙂

El apartamento era como en las fotos. Más que apartamento yo diría que es un apartaestudio si es que esa palabra existe. Estaba todo súper limpio e incluso había una botella de agua en el counter de la cocina. La cocina bien equipada pero los que me conocen saben que no voy a ponerme a cocinar, si acaso pan con queso. Internet funcional y la verdad no verifiqué la velocidad pero no tuve queja. Lo mejor, está en una buena zona cerca de varios centros comerciales.

Cuando salí de Panamá mi plan era ir a los museos del centro el primer día pero luego decidí que no iba a poner el despertador. Había estado en corredera en el trabajo el día que viajaba y preferí dormir hasta que me despertara.

Por supuesto el primer día me levanté tarde y mientras me arreglé y busqué un sitio para cambiar dinero se hizo tarde y comenzó a llover así que me regresé para la casa a dormir la siesta. Quiero pensar que esa modorra era por la altura. Me dolía horrible la cabeza y andaba por ahí toda turulata. Luego Myriam me dijo que había escuchado en la radio que los de lugares bajos como Panamá que van a Bogotá tardan dos días en salir del hotel. OMG 😦

Así que ese primer día caminé por los alrededores del apartamento, fui a los centros comerciales y en la noche fuimos a cenar a Salto del Ángel, vueltita por la ciudad y a la casa.

El segundo día desayuné cerca y me fui en taxi para el Museo del Oro y Museo Botero. El Museo del Oro me pareció muy bueno, no tiene nada que envidiarle a los museos de Europa. La entrada barata y la audio-guía barata también. Los artesanos son unos berracos porque hacer esas cosas en esos tiempos sin tecnologia es de bravos. Ahí vi que definitivamente somos la misma cosa y que los kunas (o gunas para los modernos) no son los dueños exclusivos de las molas. 😦

Máscaras

Máscaras en el Museo del Oro, Bogotá

Le pregunté a una pareja como de europeos qué otra cosa me recomendaban para hacer y me mandaron para el Museo Botero. La entrada es gratuita y es una casona con obras de Botero y obras de artistas internacionales como Matisse, Chagall, Miró, Monet, Picasso, Klimt, etc. No es que sea tacaña pero un sitio con estas obras con entrada gratis? Ay mi Panamá, nos falta tanto. 😦

Mano izquierda

Mano izquierda @ Museo Botero, Bogotá

Picasso

Pecando de inculta, esto parece de kinder. Lo siento Picasso.

Sobre el taxi, me sentí con un penacho en la cabeza cuando marco el número del taxi y una grabación me da la dirección de donde estoy y me pide confirmar. Luego me pregunta si quiero un taxi, me da el # de placa del taxi y la clave que le tengo que dar (los dos últimos números del teléfono de donde llamo). No tuve que hablar con nadie! Yo esperando el «A24, A24…no, no hay taxi mami» de cuando llamas un taxi aquí. Punto para Colombia!

Estando en el Museo Botero no me di cuenta que el tiempo se había puesto feo y comenzó a llover y ya me quería ir. ¡Qué lío conseguir un taxi! Myriam me fue a rescatar al centro y yo estaba empapada como si hubiese estado en los culecos. Ahí el celular fue pieza clave en mi rescate. 🙂 Y en Bogotá también existe el «no voy» de los taxis.

Richard Estes

Parece una foto. Autor: Richard Estes

Esa segunda noche cenamos en Club Colombia, un restaurante fashion de comida colombiana. No somos tan diferentes nada, les digo. Unas de mis teorías de vida dice que si los locales van a un restaurante de comida local es porque es bueno. En este caso vi varios grupos de locales; yo por ejemplo no iría a Las Tinajas a tomar sancocho…iria al Trapiche como los Príncipes de Asturias jeje y no es que Las Tinajas sea malo sino que es muy turístico.

El sábado madrugamos para ir a Villa de Leyva. En el camino paramos en el Puente de Boyacá. Nota mental: estudiar un poco de historia sobre esa batalla.

Villa de Leyva parece un pueblito que parece colocado en medio de la montaña. Me encantan esos pueblos con vista a la montaña, ¿será porque aquí en Ciudad de Panamá lo más alto es el Cerro Ancón que apenas se ve con tanto edificio alto? La gente muy amable como no podía ser de otra forma. Muy bonito.

Villa de Leyva

Plaza Mayor, Villa de Leyva

De vuelta de Villa de Leyva pasamos por Zipaquirá pero estaba llenísimo y era tarde así que no fuimos a ver la Catedral de Sal.

En lugar de la Catedral de Sal paramos a cenar en el Andrés Carne de Res de Chia que tiene un menú de 60 páginas. El restaurante es todo loco desde el parqueadero hasta el mismo restaurante. Hay un desfile de gente pululando por ahí interactuando con los comensales. A mi me cantaron y me dieron mi corona y banda de «bienvenida a la tierrita». Ah, también Santa y sus duendes me hicieron pedir un deseo y cuando dije el clásico «paz en el mundo» me dijeron que esa es respuesta de Miss y que si era de Venezuela buajajaja! 😉

Pidiendo un deseo

Pidiendo mi deseo en Andres Carne de Res

Bienvenida

El ángel me da la bienvenida

El domingo fuimos a Monserrate a ver la ciudad desde lo alto. Subimos en funicular y volvimos en teleférico. Arriba hay una basílica menor que según entiendo fue consagrada por Juan Pablo II. Luego un poco de shopping en el Éxito y para el aeropuerto. ¿No te di pastillas? Oops, tal vez me las comí. 😉

Bogotá

Bogotá desde Monserrate

Cosas que me impresionaron sin orden en particular:

  • No hay carros estacionados en la calle obstruyendo el paso. Para eso hay un montón de parqueaderos.
  • La gente es amable y te atienden bien. No como si te estuvieran haciendo un favor.
  • Las ciclovías y las ciclorutas. Es tan difícil implementar eso aquí aunque sea los domingos en un par de calles de la ciudad? Yo creo que sería un éxito rotundo, le daría a la gente algo gratis que hacer y que además es sano. Update: ahora en Ciudad de Panamá tenemos Cinta Viva. El último domingo del mes se cierra la Cinta Costera a los carros y hay actividades para toda la familia. Nos estamos modernizando.
  • Es una ciudad bien grande y aún así hay montones de árboles.
  • El pollo de Frisby. A quién se le ocurre apanar el pollo y ponerle miel? No lo se pero es una combinación ganadora. Además te dan guantes para que no te ensucies las manos lo cual para mi es un éxito.
Frisby

Pollo Frisby

  • Los Renault 4. No había visto tantos carros antiguos. Comentando con mi mamá me dijo que cuando ella fue a Bogotá hace como 40 años también le llamó la atención lo mismo.
Otro Renault4

Renault 4

  • La mayoría de los carros son europeos, puros Renault y bueno, también bastantes Chevrolet.
  • La forma automática para llamar un taxi. Éxito.
  • La cantidad de seguridad privada y policías que hay. Los guardias de seguridad se ven de verdad, no esos viejitos frágiles o señores panzones que he visto acá.
  • En muchos sitios tienes que abrir la cartera y mostrarla al seguridad para entrar y si es un restaurante tenes que mostrar la factura cancelada para salir.

Primera vez que viajo por América Latina y me llevo una súper buena impresión de Colombia. Hay que viajar para abrir los ojos y cambiar percepciones, eso nos lleva a ser mejores.

Gracias Myriam por enseñarme tu tierrita. 🙂

¿Volvería? ¡Claro que sí! Me dijeron que TENGO que conocer Medellín. 🙂

Hit the road Jack...

5 comentarios en “Me fui pa’ Bogotá!

  1. luz

    esa es mi gente colombiana! vea puess!
    y apoyo la mocion de introducir ciclovias/ciclorutas en panama… a eso es a lo que yo llamo progreso!
    muy pretty tu trip! 🙂

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    1. Tatiana Autor

      Gracias!
      La verdad me gustó, no me lo esperaba así.
      Voy a tener que vivir mirando ofertas de vuelos para viajar más.
      Ayer salimos y era impresionante ver las calles cerradas y el montón de gente caminando o montando bici. Los domingos la gente ni sale, nadie se va a morir por un par de calles cerradas, si total…

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  2. Stephy Swasey

    Excelente xola!!! vez que el riesgo es que te quieras quedar 😛 nadie le quita lo amable a los Colos.. por eso es q los contratan aqui… sadly los panamenitos vida mia no aprendemos que en un pais de «servicio» el cliente siempre tendra la razon 🙂

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  3. Pingback: En Panamá no hay nada que hacer | Tatiana's Blog

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