…y los que se esconden.
Supongo que no soy la única que se esconde no sale cuando alguien llama a la puerta. Como no discrimino y mucho menos en base a religión, simplemente no le abro la puerta a nadie sea de la religión que sea.
Aclaro que simplemente no les abro o amablemente les digo que no estoy interesada y allí queda ese tema. Jamás me pondría a decirles groserías ni nada por el estilo porque a fin de cuentas es algo en lo que creen y supongo que se sienten tan contentos que lo quieren compartir con los demás, no creen?
El punto es que hoy iba a buscar algo al carro y al abrir la puerta me encuentro a dos señoras que estaban paradas en la puerta. No las escuché llamar y me dio vergüenza esconderme si ya nos habíamos visto. Me dijeron que sabían que estaba ocupada pero sólo querían hablar conmigo unos minutos así que accedí. Hablamos como 2 minutos, se despidieron y lógicamente me dieron el panfleto. Volví a la casa y me vi en el espejo, creo que las espanté con mi peinado de recién levantada. Ja! 😦
Y ustedes qué hacen con quienes tocan a su puerta?
Yo como vivo en Estados Unidos y uno anda «paranoico» no le abría la puerta a nadie y trataba de no hacer ruidos para que pensaran que no había nadie. Después escuche en un programa de la policía que a veces tocaban la puerta y si nadie les contestaba podía ser para asaltar así que era bueno «sin abrirles» dejarles saber que no estabas interesado en lo que ofrecían pero….como a mi me da pena aunque no me vean entonces me aprovecho de mi acento y les digo que soy la niñera y los patrones no me dejan abrir la puerta y se van. Esto también lo utilizo cuando llaman por teléfono para donaciones.
jajajaja buena estrategia! 😉