Tengo un par de meses yendo intermitentemente al gimnasio. Desde que subí el Volcán Barú no me lo tomo en serio y como por allí se acerca la revancha, bien debo comenzar desde ya. Hoy volví a las pesas para ver si no me aburro tanto cuando estoy allí. Pensándolo bien, el problema no es cuando estoy allí, el problema es llegar. Creo que necesito un ‘gym buddy’.
Lo cómico es que mientras escribo esto me estoy tomando una cervecita… pero es light. 😉 Se ve que todavía me lo tomo con calma.