Ahhh, las fiestas de navidad del trabajo. Buen momento para ver a los compañeros en otra onda que no sea puro trabajo.
Aunque a diferencia de otros años no tenía ganas de ir, al final me convencí y en vez de quedarme en casa viendo tele decidí darme la vueltita por allá. No estuvo mal, no me quejo. Como siempre, se ve de todo.
hahaha. A mí me divierten mucho esas fiestas. Es la oportunidad de ver al de contabilidad un poco high, al gerente medio borracho y bailar con el mensajero de la compañía! No tiene precio! hahahhaha.
jejeje… eso es lo que me divierte también!