Mi mamá me ha enseñado muchas cosas y una de esas es no prestar nunca ni discos (en estos días son CD’s) ni libros. Cuánta razón tiene!
Lo peor es que, como casi siempre sucede con los consejos, uno hace oídos sordos a estas palabras y sigue prestando cosas. Si tan solo anotara a quién las presto sería bueno… lo cierto es que lo anoto y luego no se dónde así que da igual.
Debo aprender de mi amiga Gema que me prestó unos libros y anotó el préstamo en un cuaderno, creo que hasta me hizo firmar algún papel como prueba del compromiso. Qué tensión! Me traje los libros a Panamá y cuando volví a España los devolví; siempre tuve temor que me rebotaran en el aeropuerto por esa deuda pendiente.
Este es uno de los perdidos en acción, responde al nombre de I Love Chill Out y es uno de mis CD’s preferidos. Si alguien lo ve por favor que lo traiga a casa, no se harán preguntas. Donde quiera que estés no te olvidamos! Sniff…
Update: Aparecio el CD! Estaba «guardado» en un lugar donde en efecto jamas se me ocurrio buscar. Eso pasa cuando alguien mas arregla tus cosas. En fin, esta de vuelta y con el el CD de Amaral! Oh happy day…
Con cd’s estoy totalmente de acuerdo.. y quizá con libros especiales, que puede ser usados para referencia (enciclopedia, manual del conductor, ect).
Pero en libros x, creo que se puede hacer excepciones…
Claro. La cosa es que uno recuerde a quién le presta las cosas para luego recuperarlas. Sino te pasa que te lo niegan hasta la muerte, probablemente porque los que lo recibieron también lo han olvidado.
Muy lindo tu blog. Sobre prestar cosas, yo ya aprendí…después de mucho sufrir. Aprendí a decir NO a las personas que insisten en pedir prestado cosas para no devolverlas…Mi esposo y yo hemos perdido 47 cds o más en esas de «te lo devuelvo mañana». Varios libros míos han desaparecido en acción también. Entre ellos uno raro de Thomas Mann, Cabezas Trocadas, que no encuentras por ahí. NO A PRESTAR COSAS PRECIOSAS!!!!
Un abrazo desde Brasil.
Hola Indra.
Gracias por tus comentarios. Estoy de acuerdo y he aprendido que las cosas preciosas no se deben prestar! Espero que no se me vuelva a olvidar.
Saludos.